Ideas principales
- La naturaleza humana como elemento vivo que crece y se desarrolla, en contraposición con la creencia que la asocia a una máquina que se puede construir.
- La inteligencia como máxima para el hombre, por encima de los deseos y pasiones que pueden no pertenecernos.
- Equilibrio de las pasiones vitales humanas (deseos-conciencia), ya que éstas otorgan la capacidad de obrar bien, aunque también mal.
- La clave se halla en tener carácter porque ello implica que una persona tiene carácter, que siempre es mejor que una persona apática
Resumen
De las ideas principales del fragmento (Mill, 2005:
130-133) se extrae la importancia de desarrollarnos a través del criterio
propio y rechazando cualquier tipo de automatismo que cercene el carácter mismo
de la naturaleza humana, que no es sino un elemento vivo destinado a fomentar
la inteligencia del hombre, por encima de otras pasiones que puedan no
pertenecerle. El problema no es que los hombres experimenten deseos fuertes,
sino que su conciencia es débil: de ahí la necesidad de un equilibrio de las
pasiones vitales, de los deseos y la conciencia, ya que otorgan la capacidad de
obrar tanto de manera correcta como incorrecta. Y para poder lograrlo, se
precisa de una voluntad poderosa y un fuerte carácter, que siempre será
preferible a una personalidad apática.