lunes, 31 de marzo de 2014

John Stuart Mill: Sobre la libertad III

Ideas principales
  •   Emplear medios propios para desarrollar nuestro criterio y decisiones .
  •   La naturaleza humana como elemento vivo que crece y se desarrolla, en contraposición con la creencia que la asocia a una máquina que se puede construir.
  •  La inteligencia como máxima para el hombre, por encima de los deseos y pasiones que pueden no pertenecernos.
  •  Equilibrio de las pasiones vitales humanas (deseos-conciencia), ya que éstas otorgan la capacidad de obrar bien, aunque también mal.
  • La clave se halla en tener carácter porque ello implica que una persona tiene carácter, que siempre es mejor que una persona apática
Resumen


De las ideas principales del fragmento (Mill, 2005: 130-133) se extrae la importancia de desarrollarnos a través del criterio propio y rechazando cualquier tipo de automatismo que cercene el carácter mismo de la naturaleza humana, que no es sino un elemento vivo destinado a fomentar la inteligencia del hombre, por encima de otras pasiones que puedan no pertenecerle. El problema no es que los hombres experimenten deseos fuertes, sino que su conciencia es débil: de ahí la necesidad de un equilibrio de las pasiones vitales, de los deseos y la conciencia, ya que otorgan la capacidad de obrar tanto de manera correcta como incorrecta. Y para poder lograrlo, se precisa de una voluntad poderosa y un fuerte carácter, que siempre será preferible a una personalidad apática.

lunes, 17 de marzo de 2014

John Stuart Mill: Sobre la libertad II

Ideas principales:

  • Motivos que justifican la necesidad de la libertad de expresión: opiniones que pueden ser verdaderas, que si son erróneas contienen una porción de verdad que al unirse con otras conforman la verdad completa, que la opinión defendida por la mayoría se transforma en un prejuicio admitido y, por tanto, el dogma impide el desarrollo de toda convicción real.
  • Límites a la libertad de opinión: la ofensa a los demás.
  • La ofensa más grave es en sí misma adulterar la opinión contraria (falseamiento de los hechos). 
  • La ley no puede inmiscuirse en la condena a esta deslealtad.
  • La opinión contraria impopular y poco secundada es blanco de calumnias.
  • El ataque siempre va dirigido hacia una opinión minoritaria que debe guardarse de ofender a la opinión prevaleciente (ésta se impone al pueblo como un dogma incuestionable).
  • La opinión de cada individuo debe prevalecer, rechazando cualquier conducta intolerante.
  • Reconocimiento imparcial de las opiniones ajenas: esto es la moralidad de la discusión pública.
Resumen:

De las ideas principales del texto (Mill, 2013: 144-147), extraemos en primer lugar la necesidad de la libertad de opinión, ya que el aporte de nuestro propio criterio favorece la comprensión de la verdad entera, sesgada si nos regimos por el dogma aceptado por la mayoría. Aunque algunos esgriman el hecho de que los límites a la libertad de opinión es una posible ofensa a los demás, la ofensa más grave es adulterar la opinión contraria, que generalmente es impopular y minoritaria. Ésta debe guardarse de emplear un lenguaje intransigente u ofensivo, ya que puede ser fácilmente blanco de calumnias. Aunque no sea competencia de la ley regular los ataques, la opinión debe encargarse de que toda conducta intolerante sea rechazada y reconocer imparcialmente las opiniones ajenas sin, como se decía, falseándolas. Esto es «la verdadera moralidad en la discusión pública», según Mill.

John Stuart Mill: Sobre la libertad

Ideas principales:

  • Objeto del ensayo: la libertad de acción de los miembros de una sociedad se basa en la propia protección (no perjudicar a los demás)
  • Prevalece la convicción sobre la compulsión en la sociedad, pues la segunda sólo se justifica como salvaguarda de la seguridad de los demás
  • El individuo es responsable ante la sociedad por acción u omisión (el no prevenir es menos sancionable que el actuar causando perjuicio)
  • Interés indirecto de la sociedad como distinta del individuo: la libertad humana.
  • La libertad humana: de conciencia y de expresión (relación con los demás); de gustos (consecuencias de nuestros actos); de asociación entre individuos (reunión). Garantizarlos.
  • Conclusión: la libertad es buscar nuestro propio bien sin privar a los demás de lograr el suyo (por ello, es mejor consentir vivir a cada uno según su criterio que obligar a hacerlo como el del resto)
Resumen:

El resumen de las ideas principales del texto (Mill, 2013: 79) indican, en primer lugar, que la única manera de obligar a un individuo soberano es aduciendo que  perjudica a los demás, de lo cual extrae que la convicción o la persuasión de lo mismo es más fructífera que la exigencia o el mandato. Para ello, se basa en la idea de que el individuo es responsable de lo que ocurre a los demás, a través de la acción o la omisión, pero sólo la primera es la regla, aunque con respecto al daño hacia los demás hay buenos motivos para sancionar también la falta de prevención. La libertad de conciencia, de gusto y de asociación entre individuos debe garantizarse para lograr nuestro propio bien sin comprometer el de los demás, y, como decíamos, para ello es mejor dejar a los individuos ser libres que obligarlos a vivir como los demás.